Trastornos de la motilidad esofágica
- Juan de Dios Díaz Rosales
- 4 oct 2024
- 4 Min. de lectura

Los trastornos menores de la motilidad esofágica son alteraciones leves o moderadas en el movimiento normal del esófago, que afectan la capacidad de éste para transportar los alimentos desde la boca hasta el estómago, pero sin provocar síntomas tan graves como los trastornos mayores. Aunque pueden generar molestias, estos trastornos suelen ser más benignos y no causan daño estructural significativo al esófago. A continuación, se describen algunos de estos trastornos menores:
Episodios leves de espasmo esofágico:
El esófago presenta contracciones anormales o descoordinadas de forma ocasional. Aunque los espasmos pueden ser incómodos, no son persistentes ni tan graves como en el espasmo esofágico difuso severo.
Los síntomas pueden incluir disfagia intermitente (dificultad para tragar) y dolor torácico que puede parecerse al dolor de pecho de origen cardíaco.
Esófago hipersensible:
Este trastorno implica una respuesta exagerada del esófago a estímulos como el reflujo ácido, incluso cuando el nivel de exposición al ácido es normal o bajo.
Los pacientes pueden experimentar dolor torácico o síntomas de reflujo sin evidencia de alteraciones motoras importantes en el esófago.
Se suele diagnosticar cuando no hay otros trastornos evidentes en estudios de motilidad o pH-metría, pero el paciente aún tiene síntomas molestos.
Hipertensión leve del esfínter esofágico inferior (EEI):
El esfínter esofágico inferior tiene un aumento leve de presión, lo que dificulta un poco el paso de los alimentos, aunque no lo bloquea por completo.
Esto puede generar disfagia leve o una sensación de comida que no baja de manera eficiente al estómago.
Es un trastorno menos severo en comparación con la acalasia, donde el esfínter no se relaja en absoluto.
Disfunción leve de la peristalsis esofágica:
Este trastorno implica una reducción leve en la fuerza de las contracciones del esófago que ayudan a empujar el alimento hacia el estómago.
Los síntomas pueden incluir disfagia leve o la sensación de que el alimento se mueve más lentamente a través del esófago.
Generalmente no es doloroso, y puede no ser constante.
Hipocontractilidad esofágica leve:
En este caso, las contracciones del esófago son más débiles de lo normal, pero aún son suficientes para transportar los alimentos de manera más o menos eficiente.
Los síntomas suelen ser mínimos y pueden incluir dificultad ocasional para tragar alimentos sólidos.
Estos trastornos menores de la motilidad esofágica suelen ser diagnosticados con estudios como la manometría esofágica, que mide las presiones dentro del esófago durante la deglución. El tratamiento generalmente incluye medidas conservadoras, como modificaciones dietéticas, el uso de medicamentos para mejorar la motilidad o reducir la hipersensibilidad, y cambios en el estilo de vida.
Los trastornos mayores de la motilidad esofágica son alteraciones más severas que afectan la capacidad del esófago para mover los alimentos y líquidos desde la boca hacia el estómago. Estos trastornos suelen ser crónicos y pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida. A continuación, te menciono los trastornos mayores más comunes:
Acalasia:
Es uno de los trastornos esofágicos más graves. Se caracteriza por la incapacidad del esfínter esofágico inferior (EEI) para relajarse adecuadamente y la falta de peristalsis en el cuerpo del esófago, lo que impide el paso de alimentos y líquidos hacia el estómago.
Los síntomas incluyen disfagia (dificultad para tragar), regurgitación de alimentos no digeridos, dolor torácico, pérdida de peso y, en algunos casos, tos o aspiración nocturna.
Se diagnostica mediante manometría esofágica de alta resolución, endoscopia y estudios de imagen como la esofagografía baritada.
Los tratamientos incluyen dilatación neumática, miotomía de Heller, inyecciones de toxina botulínica o tratamientos más novedosos como la POEM (miotomía endoscópica por vía oral).
Espasmo esofágico difuso (severo):
Es un trastorno en el que las contracciones del esófago son descoordinadas y en algunos casos simultáneas, lo que puede provocar dolor torácico severo y disfagia intermitente.
Se diagnostica también con manometría esofágica y la esofagografía baritada puede mostrar el "esófago en sacacorchos".
El tratamiento puede incluir relajantes musculares, calcioantagonistas (bloqueadores de canales de calcio) y, en casos graves, dilatación o cirugía.
Esófago en cascanueces (o peristalsis hipercontráctil):
Es un trastorno caracterizado por contracciones peristálticas de alta presión en el esófago, que son excesivamente fuertes pero coordinadas.
Aunque los pacientes mantienen una motilidad organizada, experimentan dolor torácico y, en ocasiones, disfagia.
El tratamiento suele incluir medicamentos como nitratos o calcioantagonistas para relajar la musculatura del esófago.
Esófago hipocontráctil o esclerodermia esofágica:
Se caracteriza por una motilidad débil o ausente en el esófago, típicamente relacionado con trastornos del tejido conectivo como la esclerodermia.
Los pacientes con esclerodermia suelen tener un esfínter esofágico inferior muy débil, lo que provoca un reflujo gastroesofágico severo, además de una motilidad escasa o nula en el cuerpo del esófago.
El manejo incluye tratamiento para el reflujo y, en casos avanzados, estrategias quirúrgicas para prevenir la complicación del reflujo.
Esófago de Jackhammer (esófago hipercontráctil):
Es una variante más grave del "esófago en cascanueces", donde las contracciones del esófago son extremadamente potentes y dolorosas.
El diagnóstico se realiza mediante manometría esofágica de alta resolución, que muestra contracciones esofágicas con presiones muy elevadas.
El tratamiento se enfoca en reducir la fuerza de las contracciones con medicamentos como nitratos, inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5, o incluso intervenciones quirúrgicas.
Estos trastornos mayores requieren una evaluación detallada y, generalmente, una combinación de cambios en el estilo de vida, medicación, y en algunos casos, intervención quirúrgica para mejorar la motilidad esofágica o aliviar los síntomas.
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